Machismo y medios: lo peor de 2016
Los vecinos de los acusados de una violación múltiple en San Fermín opinan que son «buenísimos» y «seguro que no han hecho nada». Pedro Sánchez llora como una mujer, un asesino se nos presenta como un «polifacético periodista» y los titulares sobre las olímpicas de Rio 2016 se convierten en un desfile de «buenorras».
Si lloraste con Machismo y medios, lo peor de 2013, rabiaste con Machismo y medios, lo peor de 2014, y quisiste cortarte las venas con Machismo y medios, lo peor de 2015, esta tampoco es tu lista de fin de año. Machismo y medios, lo peor de 2016 te pone en la mesa, al ladito de las uvas, un puñado de realidad machista de la que nos tragamos a diario en la prensa seria.
En Diagonal: Maternidades y crianza en las afueras
Debajo de esta entradilla hay tres historias. No son modelo de nada. No representan a nadie más que a sí mismas. Sólo tienen en común el estar fuera del discurso dominante, el ser un manojo de estrategias para criar en la incertidumbre. Cuando hay que nombrarlo, sus protagonistas hablan de “cuidado extenso” o de “crianza colectiva” o de “asamblear las crianzas”. Sus experiencias cuestionan el relato tradicional, con la pareja heterosexual en el centro, sosteniendo a duras penas el mito de que se puede criar entre dos. Y demuestran que hay otros relatos.
Machismo y medios: lo peor de 2015
La nueva izquierda feminazi lesbiana, acosadores enamorados y deportistas que “hasta” tienen novio… Acaba un año sin que (¡sorpresa!) la prensa seria haya dado un paso hacia un relato menos machista. Aquí va lo peor de lo peor.
En Diagonal: llamadas a ser un hombre y otras chapuzas contra la violencia de género
«Cuando maltratas a un hombre, dejas de ser una mujer». La Guardia Civil soltó ese mensaje en Twitter y dejó a muchas con la boca abierta. Hubo que explicárselo: que no es lo mismo, que se habían colado. Pidieron perdón, borraron el tuit. Pero ya habían dejado claro que en la Guardia Civil hay quien mantiene las tesis del Ministerio del Equilibrio, un nido de funcionarios en lucha contra la dictadura feminista.
En Canal Arte: ¿Seguimos necesitando las tradiciones? – El toro jubilo
Yourope hizo un repaso por algunas tradiciones europeas que hoy día están en el punto de mira. En España, estuvimos en el Toro Jubilo de Medinaceli.
Campañas contra la violencia de género: Los agresores no existen, el móvil no se explica
Comparto unos desbordamientos, unas declaraciones de la periodista Nuria Varela que no han cabido en 4.500 caracteres que Diagonal me ha prestado para analizar algunos (en mi opinión) fallos de las campañas contra la violencia de género.
Machismo y medios: lo peor de 2014
Uno de cada tres divorcios es culpa de la menstruación. La feminización de algunas especialidades médicas es un problema. Hay malvadas colombianas cazadiputados corrompiendo a hombres honestos, políticas con trayectoria que pasan a ser «novias de» y hombres que mueren de terrorismo machista.
Con un poco de retraso, ahí van algunas de las coberturas más machistas de 2014.
Los números de 2014
Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2014 de este blog.
Aquí hay un extracto:
Un tren subterráneo de la ciudad de Nueva York transporta 1.200 personas. Este blog fue visto alrededor de 7.900 veces en 2014. Si fuera un tren de NY, le tomaría cerca de 7 viajes transportar tantas personas.
En Diagonal: Menores trans, invisibles y sin derechos
Hacía tiempo que no sufría con un texto, y con esté sufrí. Me preocupó no dar todas las versiones posibles, no reflejar la complejidad de la transexualidad. Me preocupó utilizar algún término poco preciso y que resultase ofensivo para quienes me contaron sus historias. Me preocupó dar una versión biologicista, sesgada, simple, tonta. Al final me dejé llevar por lo que sentí más cerca: porque escuchando a las madres con las que hablé solo podía empatizar con ellas. Y creo que ya he dejado claro que no me interesa un periodismo distante.
Así empieza el texto:
“En el momento en que somos capaces de nombrarnos”, contesta la sexóloga Almudena Herranz cuando se le pregunta a qué edad puede una persona expresar su identidad sexual. Patrick lo hizo a los dos años. Eli a los tres. “Cuando pueden empezar a nombrarse hablan de sí mismos en el género que les resulta más afín a lo que sienten”, explica Herranz. “Algunos son muy directos y empiezan a decir que son niños o niñas aunque todo el mundo piense lo contrario”.
Ningún medio se mofó de los dos religiosos contagiados con ébola, y nadie les echó la culpa de haberse contagiado.
No les hemos visto en la camilla de su habitación del hospital, ni se han hecho fotos con teleobjetivos a través de las ventanas, ni se han distribuido fotos de los monitores del hospital. Se podía haber hecho de otra forma, pero no solo se hizo mal, sino que algunos medios defienden su actuación pese a haber vulnerado los derechos de una enferma (todos) y haberse posicionado (algunos) junto a quienes intentaron culpar a la víctima para lavarse las manos.
Estas son, en mi opinión, las cagadas TOP.
desbordamientos.wordpress.com 